El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, celebró su triunfo en las elecciones celebradas recientemente, prometiendo buscar consenso político y un gobierno pro empresa privada, sin olvidar a los más necesitados. En su discurso, se declaró conciliador, asegurando que no llegó al puesto por influencia de terceros y que no buscará vengarse de nadie. Mulino también prometió terminar con la persecución política y la manipulación de instituciones como el Ministerio Público y los jueces.
El líder del partido Realizando Metas, Ricardo Martinelli, que se encontraba asilado en la Embajada de Nicaragua, fue inhabilitado como candidato presidencial por una condena a prisión por corrupción, cediendo su puesto a Mulino. Este último exigió respeto hacia la libertad de expresión y aseguró que sería un presidente respetuoso hacia los periodistas y dueños de medios de comunicación. Al mismo tiempo, prometió un gobierno centrado en buscar un Panamá mejor para todos, impulsando la inversión y la empresa privada, pero también atendiendo las necesidades básicas de la población.
El presidente electo reconoció que enfrentará retos importantes en el futuro, pero afirmó que está dispuesto a tomar las decisiones necesarias para avanzar en el desarrollo del país. Mulino destacó la importancia de abordar la situación económica y social de Panamá, destacando que el país se encuentra en una situación complicada producto de años de corrupción y desfachatez. También mencionó que ya ha hablado con el actual presidente, Laurentino Cortizo, sobre el proceso de transición.
Con más del 90% de los votos escrutados, José Raúl Mulino obtuvo un 34,4% de los votos, seguido por el candidato antisistema Ricardo Lombana con un 25%, el expresidente Martín Torrijos con un 16% y Rómulo Roux con un 11,2%. Mulino afirmó que se encuentra preparado para enfrentar los desafíos que se presenten en los próximos meses y tomar las decisiones necesarias para mejorar la situación del país. En su discurso, reafirmó su compromiso de gobernar de manera justa y transparente, sin olvidar a los sectores más vulnerables de la población.