En las calles de la comuna de Ñuñoa en Santiago, Chile, se encontró una maleta misteriosa que contenía el cuerpo esqueletizado de una mujer de edad avanzada. Se ha imputado a Lorenza Patricia Ramírez Barrera, de 80 años, por este hecho. Ramírez admitió a las autoridades que mantuvo el cuerpo de su amiga Erica Alejandra Fernández Mora, de 59 años, en su domicilio por casi un año. A pesar de que las autoridades inicialmente dijeron que ambas eran amigas, fuentes cercanas al caso indican que en realidad tenían una relación de pareja.
Lorenza Ramírez Barrera enviudó en 2008 y luego comenzó una relación amorosa con Erica Fernández Mora, quien no tenía hijos ni estaba casada. Según la declaración de Ramírez, ambas se habían comprometido a no denunciarse si fallecían y a cuidarse mutuamente hasta el final de sus días. Tras la muerte de Fernández el año pasado, Ramírez colocó su cuerpo en una maleta y lo llevó a su hogar para cuidarlo, pero decidió dejarlo en la vía pública cuando una de sus hijas regresó a vivir con ella.
Ramírez fue acusada de inhumación ilegal, pero fue puesta en libertad debido a su avanzada edad y buen comportamiento previo. Se espera que se someta a exámenes psiquiátricos debido a posibles trastornos. La Fiscalía señaló que ambas mujeres se conocieron mientras trabajaban en una parroquia y decidieron convertirse en laicas consagradas. Tenían la intención de formar una congregación y vestían hábitos azules en todo momento.
La relación entre Ramírez y Fernández era tan estrecha que decidieron hacer un pacto en el que se comprometían a no denunciarse en caso de fallecer. Tras la muerte de Fernández, Ramírez decidió mantener su cuerpo en su hogar para cumplir con este pacto. Sin embargo, al regresar una de sus hijas, temió que descubriera la maleta y decidió dejarla en la vía pública para que fuera encontrada y recibiera un entierro digno. Aunque Ramírez está siendo investigada por este incidente, se considera que no representa un riesgo de fuga y colaborará con las autoridades en el proceso.