El director de la Oficina Nacional de Apoyo a la Reforma Penitenciaria (Onaprep), Roberto Santana, anunció que el Gobierno construirá 25 nuevas cárceles en República Dominicana. Estas cárceles sustituirán a las tradicionales custodiadas por agentes policiales y miembros del Ejército. Tendrán capacidad para 20,300 presos y serán construidas por el Ministerio de la Vivienda. Las cárceles se ubicarán en provincias donde no existen actualmente, como Monseñor Noel, Hato Mayor, San José Ocoa y Jimaní, así como en lugares donde se realizará una transición al nuevo sistema penitenciario.
Santana señaló que la construcción de una cárcel para mil presos, sin incluir el terreno, costaría alrededor de 12 millones de dólares. Actualmente, 13 cárceles están bajo control del Ejército y siete bajo la Policía Nacional. Se ha comenzado la construcción de nuevas cárceles en Higüey, Anamuya, y una para mujeres. Además, se están llevando a cabo programas de apoyo a la reforma penitenciaria, que serán presentados al presidente Luis Abinader en septiembre.
Dentro de los programas se incluyen pasantías para reclutar jóvenes universitarios, apoyo a la justicia en coordinación con la Suprema Corte de Justicia y la Oficina Nacional de Defensa Pública, un fondo para internos con multas económicas, y la construcción de centros penitenciarios en Jarabacoa y Constanza, entre otros. También se prevé la selección, formación y puesta en servicio de 4,600 nuevos servidores penitenciarios en tres años, así como la participación de internos en programas voluntarios.
Se están realizando convenios con diversos sectores de la sociedad, como el Colegio Dominicano de Ingenieros y Arquitectos, el Colegio Dominicano de Psicólogos, asociaciones académicas, juntas de vecinos y el sector empresarial, para supervisar la construcción de las nuevas infraestructuras penitenciarias. Además, se prevé la creación de escuelas primarias y secundarias en los centros penitenciarios, así como la cobertura de servicios de atención integral de salud física y mental para personal e internos.
El Gobierno también planea reclutar 400 policías y militares para ayudar en el manejo de las cárceles tradicionales. Para las nuevas cárceles, se buscarán policías recién graduados y oficiales salidos de academias. Se busca reducir la sobrepresión carcelaria, disminuir la cantidad de presos preventivos y cambiar la modalidad de los privados de libertad condenados para evitar la reincidencia. Además, se promueve la participación de la sociedad civil en la vigilancia del cumplimiento de la reforma penitenciaria.