El sábado 6 de julio, la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris habló sobre la historia de su vida y sus logros en la Casa Blanca en un festival cultural de personas negras en Nueva Orleans. Harris, la primera persona negra y sudasiática en ocupar el cargo, ha estado asistiendo regularmente a este tipo de eventos desde que asumió sus funciones hace tres años y medio.
Recientemente, la idea de que Harris sea la posible sustituta de Joe Biden está más cerca, luego de la renuncia de Biden a buscar la reelección. Biden afirmó que apoya a su vicepresidenta como la próxima candidata demócrata, y la Convención Nacional de su partido está prevista para la semana del 19 de agosto. A pesar de los rumores y discusiones sobre otros posibles candidatos, Harris se posiciona como una de las favoritas para reemplazar a Biden.
Algunos demócratas, incluidos importantes legisladores como Adam Schiff y Jim Clyburn, ven en Harris la candidata ideal para vencer a Donald Trump en las próximas elecciones. A pesar de las críticas de algunos aliados de Biden sobre los bajos índices de aprobación de Harris, varios líderes demócratas han respaldado a la vicepresidenta como la sucesora obvia de Biden. Incluso los republicanos reconocen que Harris sería la favorita para reemplazar a Biden, según el senador Lindsey Graham.
A pesar de la popularidad de Harris entre ciertos sectores de votantes, hay preocupaciones sobre su capacidad para vencer a Trump, especialmente entre los votantes sindicales y obreros en estados clave como Pensilvania, Michigan y Wisconsin, que fueron decisivos en la victoria de Biden en 2020. Aunque Harris ha obtenido mejores resultados en las encuestas que Biden entre votantes negros, latinos y jóvenes, su reputación progresista podría ser un obstáculo para captar votantes centristas en estos estados.
Harris ha enfrentado críticas por su desempeño durante la campaña presidencial de 2020 y en su mandato como vicepresidenta, marcado por errores y bajos índices de aprobación. A pesar de sus esfuerzos por capitalizar temas como el derecho al aborto, la condonación de la deuda estudiantil y el cambio climático, Harris enfrenta una batalla cuesta arriba para cambiar la percepción de los votantes. A pesar de todo, algunos votantes muestran apoyo hacia Harris y esperan que pueda convertirse en presidenta en el futuro.