El presidente Joe Biden ha anunciado su renuncia a la candidatura presidencial, marcando un hito en la historia de Estados Unidos ya que en más de medio siglo ningún candidato elegible había declinado de esta manera. La última renuncia similar fue la de Lyndon B. Johnson en 1968, motivada por el aumento del rechazo hacia él y el sentimiento contra la guerra en Vietnam. Antes de Johnson, Harry Truman también declinó la candidatura en 1952 debido a una caída en su índice de aprobación.
John Tyler asumió la presidencia de Estados Unidos en 1841 tras la muerte de William Henry Harrison. En 1844, Tyler intentó repetir como presidente pero su partido le negó la nominación, optando por Henry Clay. Tyler decidió no competir. Andrew Johnson, compañero de fórmula de Abraham Lincoln, asumió la presidencia después del asesinato de Lincoln en 1865. Sin embargo, en 1868 fue sometido por el Congreso y declarado culpable de violar la Ley de Duración del Cargo.
Franklin Pierce renunció a la candidatura presidencial en 1856, cinco meses antes de las elecciones, debido a la aprobación de la Ley Kansas-Nebraska, que permitía a los nuevos estados decidir sobre la legalidad de la esclavitud. Chester Arthur, presidente de 1881 a 1885, perdió el apoyo de sus aliados al ir contra el sistema clientelar. Durante su presidencia, contrajo una enfermedad renal que no era conocida por el público. En 1884 perdió la nominación republicana y Grover Cleveland ganó las elecciones.
El Partido Demócrata ahora debe decidir entre Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, o la exprimera dama Michelle Obama para ocupar la candidatura presidencial. Biden ha expresado su apoyo a Harris, considerándola la mejor opción para el partido y el país. Sin embargo, aún no se ha tomado una decisión internamente en el partido debido a la incertidumbre sobre quién competirá contra el republicano Donald Trump, quien ha ganado fuerza en el electorado después de un atentado en su contra en Pensilvania.